Creación de sociedades offshore, abogado societario

Abogado experto en sociedades offshore

Abogado experto en sociedades offshore

La práctica de la estrategia societaria denominada “offshore” es cada vez más común en el mundo empresarial y corporativo, debido a los beneficios que atrae para el funcionamiento de las empresas. Para la implementación del offshore resulta sumamente importante la figura del abogado societario, jurista en capacidad de brindar la asistencia jurídica idónea, como parte del equipo estratégico del ente empresarial.


Offshore es un término que hace referencia a modificaciones estructurales de las empresas que implican la deslocalización o extensión de sus núcleos de producción o de servicios, según sea el objeto social de la entidad. Con el adjetivo “offshore” se designan las actividades que la empresa traslada hacia otro país distinto de aquel donde radica la sede o casa matriz.


Parte principal en la adopción de esta estrategia es la selección del país hacia el cual se habrá de dirigir. Se seleccionan países que brinden condiciones ventajosas tributariamente hablando, donde no impere una normativa administrativa engorrosa o burocrática, especialmente en cuanto a la obtención de la permisología necesaria para el establecimiento de la sede offshore.


Objetivos que se persiguen con la estrategia offshore:


- Acercar el desarrollo de la actividad empresarial a donde se procura la materia prima óptima. Se consigue de esta forma beneficios tales como el logro de mejores precios, ahorro en fletes de transportación, en gastos en concepto de aranceles aduanales por las operaciones mercantiles de importación, y la reducción de los riesgos propios de la trasportación.


- Disponer de mano de obra más económica. Muchas veces en otros países se encuentra mano de obra calificada para el trabajo en cuestión a un coste mucho menor que en el país donde radica el domicilio de la empresa, mayormente países donde el nivel de vida promedio es inferior, y por tanto la renta. Por ende, un salario inferior al que se paga en el domicilio de la empresa constituye un pago ventajoso para los trabajadores del país seleccionado, comparado con el salario promedio nacional en este último. Otro factor a considerar en cuanto a los recursos humanos es el tributario.

Se seleccionan países con leyes fiscales favorables en cuanto al impuesto sobre el uso de la fuerza laboral, donde la carga en ese aspecto es mínima, o nula, países donde la sola apertura de fuentes de empleo para sus nacionales es ya una gran ventaja digna de no desdeñar, y no se considera procedente gravar con un tributo relativo a esto. Así mismo, se seleccionan países que ofrezcan la mayor sencillez posible en cuanto a normativa laboral, y una regulación razonable respecto a la relación jurídica empleado-empleador.


- El offshore permite la aplicación de la política de planificación fiscal internacional más beneficiosa para la empresa.


- Acercar el producto que ofrece la empresa al mercado que demanda del mismo. La existencia de una fuerte demanda del producto en cuestión no es suficiente para generar lucro en todo su potencial  si la fuente que genera aquel se encuentra distante, tanto geográfica mente hablando como desde el punto de vista comercial.

Factores de la política, la economía, y las relaciones bilaterales entre los Estados inciden directamente en el sano desarrollo de las relaciones comerciales internacionales. Ante obstáculos de cualquiera de esas índoles, es conveniente acercar el producto al consumidor, acortando distancias físicas, o fijando sedes offshore en terceros países que constituyen puentes o enlaces efectivos con el mercado destinatario.


Creación de sociedades offshore:
Otra modalidad de la implementación de la estrategia del offshore es la creación de sociedades totalmente de ese tipo, asentando su domicilio fuera del de su propietario o socios capitalistas. Además de los objetivos que vimos anteriormente, cuando nos referimos a la extensión de las empresas mediante el offshore, las sociedades cien por ciento offshore se crean con una visión financiera. Se establecen en jurisdicciones donde rigen tasas impositivas sobre la renta muy bajas, cuyos efectos benéficos en ese sentido va dirigido a las empresas no residentes, territorios comúnmente identificados como paraísos fiscales. La implementación de sociedades offshore permite, desde esta óptica la obtención máxima de rendimiento o utilidades, dado el menoscabo ínfimo por concepto de impuesto. Se trata de una operación completamente legal, pero, se necesita de sumo cuidado y delicadeza, desde el punto de vista administrativo y jurídico, debido a factores que seguidamente explicamos:
La creación de sociedades offshore en paraísos fiscales es ampliamente usada con intenciones que van contra el lícito desarrollo de las actividades empresariales, como por ejemplo:
- Pantalla de empresas fantasmas, aquellas que en sí mismas no realizan operaciones propias, y cuyo capital activo es solo simbólico, y que se prestan como medio de realización de negocios turbios.
- Realizar transacciones de lavado de dinero negro.
- Ocultamiento de capitales para que no sean contabilizados en  situaciones como divorcios, procesos de bancarrota, etcétera.
- Enmascaramiento de fraudes financieros.
Por lo tanto, se precisa que la fundación de una sociedad offshore para obtener el beneficio que brindan los paraísos fiscales se revista de la mayor transparencia, tanto en su creación como en su operatividad. El papel del abogado societario es más que necesario, se diría imprescindible, para adoptar las medidas legales y de seguridad que mantengan a la sociedad como persona jurídica libre de sospechas, inmune a ser penetrada por los factores nefastos del empresariado subterráneo.